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Hablando sin Parábolas

  • Foto del escritor: Rev. Juan M. Hernandez Rivera MG
    Rev. Juan M. Hernandez Rivera MG
  • 17 abr
  • 3 Min. de lectura

Éxodo 12, 1-8. 11-14, Salmo 115, 12-13. 15-16bc. 17-18,

1 Corintios 11, 23-26, Juan 13, 1-15.

Hoy quiero compartirles una pequeña homilía, en este Jueves Santo. Donde la Iglesia universal, celebra la institución del sacerdocio, la eucaristía, el mandato del amor y que todos conocemos como la ultima cena del Señor. Hoy hemos escuchado en la primera lectura el libro del Éxodo. Específicamente hemos escuchado el momento del convenio que Dios hace con su pueblo. Dios les da indicaciones claras de que hacer, como hacerlo y sobre todo les pide la confianza, fe, porque Dios mismo actuara para liberarlos de sus opresores. En la segunda lectura, escuchamos a San Pablo a los Corintios, el relato de la ultima cena, pero desde el testimonio de los discípulos y apóstoles que él recibió, recordándonos que la celebración de la eucaristía siempre ha formado parte de nosotros como cristianos católicos.



Y finalmente llegamos al relato del Evangelio, donde hemos escuchado la narración de la ultima cena de Jesús con sus discípulos. En este relato se nos dan indicaciones también claras de que hacer para la celebrar la Pascua. Jesús en la última cena no deja instrucciones de sacrificar algún animal, de usar sangre, de pintar. Jesús en este relato nos pide el servicio como prioridad. Jesús hace el ejemplo, les lava los pies, deja su túnica que tal vez lo distinguía y se convierte ahora en Servidor. Jesús les explica claro ya sin ninguna parábola de por medio, el motivo de porque lo deben hacer y nos deja la frase maravillosa de “Les he dado ejemplo, para que lo que yo he hecho con ustedes, también ustedes lo hagan”. Ya Jesús no agrega más porque sabe que los discípulos seguirán el ejemplo del maestro.



Leyendo y meditando estas lecturas, recordaba que cuando estaba con mis amigos en los ejercicios espirituales, Lalo, Víctor, Luis y yo. Estábamos escuchando a un padre que se despedía de nosotros y hablaba del servicio con Jesús. Nos ponía un ejemplo maravilloso que me gustaría compartir con ustedes. Nos decía: con Jesús tendemos a creer que necesitamos muchas cosas para seguir su ejemplo, muchas veces nos hacemos rígidos, duros con nosotros, con los demás, pensamos que necesitamos cargar llaves para abrir lugares y ser bien recibidos. Cuando lo único que necesitamos es cargar una toalla, al principio no entendí porque decía que acarrear una toalla. Y el padre utilizaba el Evangelio del día de hoy para clarificarnos el porqué, entonces íbamos a entender lo necesario para imitar el ejemplo de Jesús.



La imagen de la toalla queridos amigos, no es la que importa para seguir a Jesús, pero si representa el servicio. Jesús cuando le lava los pies a sus discípulos se pone en una posición vulnerable, él agachado, acarreando agua, una toalla, con la mirada baja viendo los pies de los discípulos, se encuentra vulnerable, no podría ver quién es el que lo ataca o incluso a quien le limpia los pies, porque su mirada y atención está en el servicio, no en la persona. Jesús entrega su servicio libremente, no piensa en traiciones, dolores o decepciones, su misión es clara y sabe que debe cumplirla. Limpiarles a todos los pies aun así a nuestros ojos parecerían que no lo merecieran como Judas, pero Jesús no actúa así, él sabe que el servicio va más allá de la maldad.



Tal vez queridos amigos, podamos igual estos ejemplos que Jesús nos da el día de hoy. No poner límites a nuestro servicio, no condicionar nuestra ayuda, no pensar que solo algunos merecen nuestro apoyo o servicio. Porque Jesús no lo condiciona, si deseamos seguir su ejemplo, hagámoslo en el servicio. Pero en ese servicio libre, desinteresado, amando eso que hacemos a pesar de las decepciones, que ante los ojos de Jesús no queda en vano todo nuestro servicio. Sirviendo, solo así de esta manera identificaremos a Jesús como nuestro maestro y Señor.

Finalmente, queridos amigos, que Jesús que hoy nos deja el ejemplo de imitarlo sea nuestra medida para el servicio. No tengamos miedo de cargar nuestra toalla y ponernos vulnerables en el servicio, que Jesús paso lo mismo y por lo tanto nos unimos a él, en su ejemplo. Que tengan un excelente triduo Pascual, que nuestra fe, servicio y amor sigue creciendo en Jesús, el misionero del Padre.

 

 
 
 

1 Comment


Guest
Apr 18

Que así puedámos comprender para servir 🙏🙏🙏

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