top of page
Buscar

Misión después de la Tentación.

  • Foto del escritor: Rev. Juan M. Hernandez Rivera MG
    Rev. Juan M. Hernandez Rivera MG
  • 8 mar
  • 3 Min. de lectura

Nuevamente amigos compartiendo una pequeña homilía. El día de hoy primer domingo de cuaresma. Hemos escuchado en la primera lectura del Deuteronomio, la instrucción que daba Moisés al pueblo para presentar su ofrenda en el templo. En la segunda lectura encontramos a San Pablo hablando en su carta a los romanos de una profesión de fe, que todos somos capaces de hacer, esa profesión es aceptar a Jesús como nuestro maestro y Señor, pero no por temor o por razonamiento, sino desde el corazón. Una profesión que alcance a proclamar desde el corazón y que por lo tanto, se refleja en nuestras palabras. Y en el Evangelio de Lucas, escuchamos las tentaciones del desierto que Jesús tiene que experimentar.



Leyendo y meditando estas lecturas del día de hoy. Me ponía a pensar en la misión de Jesús, misión que hizo constantemente y que tal vez asumimos que la única situación difícil fue su pasión. Sin embargo, el día de hoy el evangelista nos presenta lo que Jesús experimentaba. Nos la presenta en tres formas, primero en la tentación de tener hambre y satisfacerla con lo inmediato, pensando solo en mi necesidad particular del momento. En un segundo momento la tentación de la adulación, del creer que solo mi imagen y mi relevancia es lo importante, dejando de lado a Dios. Y por último la de condicionar a Dios, pensando que si pido o pedimos algo. Dios debe de actuar o corresponder a nuestros actos, sin saber que Dios no trabaja así, que sus planes y su voluntad va más allá de nuestros caprichos.



Estas tres tentaciones Jesús tuvo que pasar en el desierto, en la soledad, en lo salvaje y desconocido. En el ayuno, tratando de meditar y encontrar fuerzas para su siguiente misión. En este periodo no estuvo exento de estas tentaciones, sin embargo, cada una de ellas las venció. Tal vez podemos pensar que Jesús como hijo de Dios los venció sin problema, pero la historia nos la cuenta para mostrarnos que Jesús como hombre las venció con esa misma naturaleza que nosotros compartimos. Pero nos muestra que Jesús pudo vencerlas porque tenía clara su misión. Sabía que él vivía por la misión del Padre, para cumplir su deseo de hacer posible el Reino y su justicia. Y quizás eso sea lo importante para nosotros, poner nuestro corazón en la misión del Padre también.

Jesús no pide grandes sacrificios, sino corazones dispuestos a vivir por el Reino y su justicia. Corazones dispuestos a proclamar con la palabra la buena nueva, pero que también tienen ganas de vivir al máximo la misión de Jesús. En las tentaciones Jesús nos muestra que, si es posible vencer el egoísmo, la búsqueda exagerada de nuestro propio auto placer, que es posible vivir libremente y de vivir confiadamente en la voluntad de Dios. Hoy en un mundo que busca algo más trascendente para vivir. Nuestro testimonio puede ser vital para las personas que nos rodean.




Sufrir la tentación e inclusive caer en ella, no nos hace menos. Por el contrario, nos recuerda que somos humanos, tenemos debilidades, pero que estas debilidades nos acercan a Dios, pero su gracia nos reconforta. Nos permite vivir libres y abiertos al amor incondicional del Padre. Así como Jesús vivió, nos ayuda a pasar nuestras dificultades diarias, nos hace fuerte en nuestras debilidades y nos permite vivir abiertos al encuentro con Dios. Nuestras prácticas de esta cuaresma no sean para solo vencer lo nuestro, sino también para que seamos capaces de dar un fruto abundante. Un fruto que podamos compartir.

Finalmente, no tengamos miedo de las veces que caemos o resbalamos, que Dios no se cansa de perdonar y de estar con nosotros. Vivamos abiertos a compartir la Misión y Visión de Jesús para que a pesar de nuestras debilidades sigamos compartiendo el deseo de anunciar el Reino de Dios y su Justicia. Deseándoles un excelente domingo a todos y saludos en Jesús, el misionero del Padre.

 
 
 

1 Kommentar


Gast
09. März

Muy bonita Homilía 🙏

Gefällt mir
bottom of page